Ya hace más de trienta años que nuestros padres, Fina de Casa Ferro y Txordi de Casa Carlà, procedentes de famílias ganaderas (com la mayoría de famílias de la Vall de Boí) adaptaron parte de sus casas para poder alojar a huéspedes que venían principalmente a veranear. Era el comienzo del turismo rural en este país.
El carácter familiar y acogedor, la poca capacidad de los alojamientos y la oferta de experiencias rurales y productos de casa ayudaron a que los clientes se fuesen encantados, volviesen y lo recomendaran a familiares y amigos. De esta forma consolidaron un complemento a la explotación ganadera.
Laura y Txordi, desde bien pequeños aprendimos a participar en las tareas propias de la casa y a valorar las virtudes de nuestro entorno.
Más adelante hemos ido cumpliendo el relevo generacional y, junto con nuestros padres, gestionamos la explotación de yegüas (caballo pirinaico catalán), las casas de turismo rural y el obrador de mermeladas y conservas vegetales que cultivamos en el huerto de casa y vendemos en la agrotienda que tenemos en Casa Carlà.
